Si tiene aplicaciones para Windows de las cuales no puede prescindir, se alegrará en conocer que probablemente podrá ejecutarlas en Linux gracias al proyecto Wine, que acaba de lanzar oficialmente la versión 1.2
Esta es la segunda revisión mayor estable después del lanzamiento de la versión 1.0 hace más de dos años. En el transcurso de este tiempo, los desarrolladores han integrado una soprendente cantidad de más de 23,000 cambios, que incluyen muchas mejoras y la corrección de más de 3,000 errores.
Aparte de ejecutar casi cualquier aplicación de Windows mejor que la versión 1.0, esta nueva versión ofrece soporte para 64 bits, texto bidireccional, nuevos gráficos basados en el estándar Tango, buen soporte para DirectX 9 y mejoras para DirectX 10, además de su traducción a unos 30 idiomas.
Nótese que aunque no recomendamos Wine como una solución permanente, sí ofrece a quienes migran a GNU/Linux la posibilidad de adaptarse gradualmente a este sistema operativo, permitiendo comparar aplicaciones hasta que se encuentre un reemplazo satisfactorio.
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