Software libre: aprendiendo a compartir

Por Cristina Escobar Domínguez

Imagine
un mundo donde todos compartieran lo que tiene y lo perfeccionaran en
comunidad sin costo alguno. Imagine que esa forma de intercambio
rigiese el desarrollo tecnológico de la sociedad moderna.  Si fuera esa
la filosofía, la aplicación tecnológica que se necesita podría ser
regalada, distribuida, optimizada, cambiada, y todo  libremente.
Seríamos quizás menos egoístas, y el concepto de consumo tecnológico no
estuviese regido por los caprichos comerciales de Microsoft.

Si usted logra imaginar un mundo así, comenzará a comprender lo que
significa software libre. Por suerte, no se trata de una abstracción.
Muchas personas en el mundo comparten esta manera de desarrollo del
conocimiento, y así se han conformado varias comunidades creadoras de
programas que pueden ser compartidos y cuyo código fuente está abierto
para todos. El ejemplo más prominente desarrollado bajo software libre
es Linux, el núcleo de distribuciones como Ubuntu, Debian o Red Hat.

También en nuestro país comienza a emerger esta opción como una
alternativa al software propietario (Windows). Varias entidades han
comenzado a migrar a distribución libre, por lo que cada vez más
personas necesitan conocer sobre él. Lea más sobre esto en ¿Windows o Linux?: Una ventana semiabierta

Debido a la necesidad de colaborar de manera conjunta para aprender
sobre esta opción se ha conformado una Comunidad cubana de Software
Libre que convoca cada mes un encuentro para compartir información y
transmitir experiencias de uso.

Este sábado se produjo el intercambio en el capitalino Palacio Central
de Computación. El grupo está compuesto por usuarios de Linux y otros
programas basados en la libre copia y distribución.

Siguiendo la filosofía de esta alternativa, en cada uno de los
encuentros mensuales los asistentes describen sus prácticas y comparten
recursos que facilitan el trabajo con software libre.

Este es el caso de uno de los ponentes, Mauricio López-Quintana,
administrador de redes de la Dirección de Informática de Patrimonio de
la Oficina del Historiador, quien presentó una conferencia sobre Secure
Shell (SSH),
un protocolo de transferencia de datos a y desde equipos remotos, que
sobresale por su seguridad y por la posibilidad de ser usado tanto en
Linux como en Windows. Ofreció varias soluciones a los problemas que
podría presentar el programa, y respondió preguntas del auditorio.

Sobre su experiencia usando Linux comentó que le resulta muy útil como
administrador de una red, ya que exige menos recursos de hardware.
“Debido a las limitaciones a la hora de comprar recursos
computacionales, muchas veces es más viable tener un servidor con un
sistema operativo Linux”.

No obstante, explica que en pocas computadoras de oficinas de su centro
está instalado Linux: “Solo en aquellas estaciones de trabajo donde hay
mucho intercambio de información y así se evita la posibilidad de
infestación por virus. Además los usuarios se han adaptado bien y no
tienen que usar aplicaciones restrictivas a Windows”.

También la baja probabilidad de ser afectado por un virus fue lo que
impulsó al médico Carlos Pérez a cambiar a Linux. El galeno asiste con
frecuencia a estos encuentros, y confiesa que al principio pensó que el
software libre era solo para informáticos: “Cuando empecé a trabajar
con Windows tuve varios problemas: se me bloqueba a menudo, cogía
muchos virus, y a veces perdía información. Luego alguien me habló del
software libre, conseguí Ubuntu y los repositorios (conjunto de
programas a instalar)”.

Pérez considera que el principal obstáculo a la migración es la
resistencia al cambio: “Cuando las personas comiencen a instalar Linux
se van a dar cuenta que no es nada del otro mundo”.

Debido a que la mayoría de los virus que existen están hechos para
Windows, Linux está prácticamente inmune a ellos. Mas, ante el aumento
del uso, los peligros de ser atacados por un programa maligno aumentan.
Previendo esto, el Ingeniero Ulises González Horta, administrador de
redes del Ministerio de Finanzas y Precios, disertó sobre los antivirus
más eficaces para Linux. El especialista ofreció varias opciones, pero
aclaró que los riesgos a nivel de usuario son significativamente
menores en comparación con Windows. “En realidad hay pocos virus, en
entornos pequeños uno puede olvidarse del asunto, pero cuando crece, si
cae un programa maligno, se puede difuminar y crear muchos problemas”.

Él lleva cuatro meses usando antivirus en la red que administra
(montada en software libre) y comenta que le ha funcionado muy bien,
aunque la mayoría de los virus que ha encontrado son para Windows, los
cuales no afectan Linux. No obstante, comenta que la principal fuente
de virus hoy en Cuba no es el correo electrónico, sino la transmisión
de información a través de memorias flash. Esto le representa una
preocupación mayor debido a que el Ministerio cuya red administra
migrará a software libre el próximo año.

Sobre la importancia de mantener nuestros sistemas seguros debatió con
los presentes, y ofreció soluciones prácticas a varios problemas que se
encontró durante su experiencia de implementar un antivirus para Linux.

Además de reunirse cada mes, estos activistas mantienen un sitio de soporte técnico para aquellos usuarios que quieran conocer sobre esta opción de uso.

La asistencia a estos encuentros es libre, no importa si se tiene
conocimiento o no sobre estos temas. Lo importante es ser fiel a los
preceptos de la filosofía tecnológica del software libre: compartir,
distribuir y mejorar entre todos el conocimiento disponible.

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Publicado por GUTL

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