A este evento, a diferencia del Congreso de la UNEAC, fui sin nada preparado sobre SWL; empero, la conferencia inaugural, impartida por el Presidente del Instituto de Historia de Cuba, titulada: «El desmontaje de la historia de Cuba y cómo enfrentarla», me dio la oportunidad de hablar sobre nuestro movimiento.
La disertación, leída, ofreció un cúmulo de información sobre cómo los centros de poder, especialmente el vecino norteño -magnífico adversario-, hizo para debilitar el pasado y la espiritualidad en la extinta Unión Soviética, específicamente las recomendaciones hechas por Allan Dules, Jefe de la CIA por aquel entonces -años 50 del pasado siglo-, y que, cual geniales elucubraciones maquiavélicas, nos refieren cuánto talento e inteligencia alberga el principal oponente político de la isla y justifican el epíteto de «magnífico adversario», no porque hacia tales acechanzas albergue admiración; sino, porque reconozco la capacidad que tienen para ello.
La conferencia del colega resultó iluminadora; sin embargo, adoleció de las propuestas que permitirían combatir los intentos del denunciado desmontaje y aquí es donde se me dio la oportunidad de intervenir y decir algo de lo que ahora, de memoria, trasunto.
Comenté que, desde antes del 2009, fecha en que el Pentágono creó un Grupo de Tarea para la guerra electrónica, en Manzanillo habíamos creado -empleando herramientas libres-, una Enciclopedia y que, con dominio .cu e ISBN (registro este que legaliza su circulación) al día de hoy sirve como bibliografía para la enseñanza de la historia y cultura en el municipio. Deploré el hecho del poco interés dado a esta propuesta por los decisores; pues, desde 2007, andaba con ella bajo el brazo como Quijote errante tratando de hacer valer el beneficio neto que significa construir desde Cuba, para Cuba y en Cuba, una historia que no podrá encontrarse en Encarta, Wikipedia o la Enciclopedia Británica. Es como si no nos bastara la forma en que se nos desconoce. No darnos cuenta del colonialismo que aún medra en nuestras cabezas hace el clamor del sur insonoro, como las campanas de los pobres de Martín Fierro.
Reflexioné sobre el gasto que ha significado para el país la creación de un ejército de ingenieros y una distribución que -a pesar de los pesares-, es nuestra; empero, ciegos, sordos e indolentes, seguimos llenando nuestras máquinas de virus informáticos mientras el Ministerio de Educación continúa, en inexplicable y obsecada postura, enseñando a nuestros hijos el uso de Windows.
Finalicé mi exposición señalando que poco podríamos hacer para evitar el desmontaje de la historia nacional; en tanto, imposibilitado de hacer un blog en Cuba, muy poco de nuestro pasado y cultura podríamos difundir para que fuese leído por la gran masa de cubanos que no tienen acceso a Internet; pues, en mi caso particular, no me desordena ser leído por los que viven fuera de nuestro espacio físico, quiero ser leído -en primera instancia-, además de ser útil, por aquellos que conviven conmigo, aquellos que, en esencia, son Cuba, que esta no es un poema ni un mapa en la pared. Cuba es, Cuba somos, todos los que nacemos, trabajamos, vivimos, reímos, sufrimos y morimos, en Cuba y por ella.
Cuando finiquité, el auditorio me premió con su aplauso, no solo porque quizás haya dicho bien; sino, porque sintió que fui honesto. Seamos honestos y sigamos, con fe inquebrantable, a pesar de los intentos de unos por desmontar nuestra historia y cultura y el desinterés de otros por no darse cuenta, en esta cruzada por hacer de Cuba un paraíso del SWL.
Magnífica intervención Delio, mas me temo que como otras tantas la sinceridad y honestidad de tus palabras fueron vertidas en vano, no obstante uno las debe decir aunque las obvien solo por el hecho de sentir que no somos parte del problema sino de la solución, por aquello de que no nos revienten dentro.
Saludos, Yunier