Son curiosas porque en muchas ocasiones no queda en claro por qué se le otorga a una determinada compañía la patente, siendo a veces patentadas funcionalidades que se llevan a cabo diariamente desde hace años. Y si hay un lugar donde hay expertos en la cuestión, como lo evidencia la demanda de Allen, es en Redmond. Porque acumulan en los headquarters de Microsoft más patentes que dinero en la Reserva Federal y porque lo ha vuelto a hacer: esta vez no ha patentado otra cosa que el apagado del sistema operativo.
Así es, le acaban de dar a Microsoft una patente que otorga a los creadores de Windows los derechos de propiedad intelectual sobre el apagado del sistema operativo. Si están revolcándose de la risa o con una cara de gato OMG, piensen que el apagado de un sistema operativo es algo muy complejo: una vez que el usuario inicia el proceso, el sistema operativo debe chequear si hay aplicaciones abiertas, intentar cerrarlas, avisar al usuario si no es posible hacerlo y, aunque no haya ningún problema, debe confirmar con el usuario la importante decisión: ¿Está seguro que desea apagar el equipo?
La patente, créanlo o no, contempla todas estas vicisitudes y fue pedida por Microsoft unos meses antes de que saliera al mercado el infame Windows Vista. Claro desde antes aún los usuarios de Linux y Mac también solemos apagar el ordenador de cuando en cuando y sí, lo común es que lo hagamos desde una interfaz gráfica. Sin saberlo, todos fuimos partícipes de un posible delito, durante todos estos años. ¿Mi recomendación? Cómprense un buen ventilador para la PC, una base para la laptop de esas que incluyen un par de ventiladores y, por las dudas, no apaguen nunca más el ordenador.