Este post es el primero de tres pequeños artículos con los resultados de mi investigación sobre la comunidad virtual cubana de software libre, gracias a una beca CLACSO obtenida en el 2011. CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) es una organización regional de apoyo a las ciencias sociales en Latinoamérica, adscrita a la UNESCO, que lanza regularmente diversas convocatorias y concursos. Varias instituciones cubanas pertenecen a CLACSO. Primero que todo, una serie de acotaciones para leer mejor los resultados obtenidos, y determinar con precisión las limitaciones a su interpretación. Es decir, qué se puede razonablemente inferir de sus resultados, y qué no se puede decir a partir de ellos. Primero: El estudio se dedicó a estudiar la sostenibilidad de una comunidad virtual (que vive, trabaja y se siente a través del correo, foros, wikis, etc.) específica de SWLA en el entorno cubano. Esa comunidad es el GUTL. Entiendo sostenibilidad como la capacidad de mantenerse funcionando a lo largo del tiempo con unos niveles aceptables de dinamismo, respuesta y participación por parte de sus miembros. Para ello me propuse caracterizar algunos parámetros funcionales de la comunidad (a los que me referiré en el próximo artículo), caracterizar el entorno institucional y socio económico cubano en lo que respecta a las TIC y por último entrevistar a algunos líderes de la comunidad, para conocer la historia de la misma. Todo esto acompañado de una revisión, lo más completa que me fue posible, de la bibliografía pertinente.
Todos los datos obtenidos en la investigación fueron publicados en una publicación digital de CLACSO, que deberá ser de libre consulta. En la revista Temas dedicada a la Sociedad de la Información (número 74) también hay publicado un artículo basado en estos resultados para mostrar las posibilidades y limitantes que ofrece la sociedad cubana a la cultura digital. Allí podrán ver algunos de los datos obtenidos, aunque con un enfoque diferente.
La investigación registró la actividad de la comunidad virtual desde noviembre del 2011 hasta marzo del 2012, aunque en algunos momentos, a partir de los registros guardados en los servidores, fue posible reconstruir la historia anterior. En todo caso, los datos recogidos sólo son válidos hasta la fecha indicada.
Es importante tener en cuenta este contexto de la investigación, para en caso de dudas acerca de un dato o alguna interpretación remitirse a él y discutir a partir del mismo.
¿Se puede evaluar la “salud” de una comunidad virtual?
Según la literatura especializada es posible establecer algunos indicadores sencillos. Por ejemplo una comunidad cuya cantidad de miembros disminuya con el tiempo, o que no tenga un crecimiento estable de nuevos miembros no tiene un futuro asegurado. Así mismo una comunidad con pocas participaciones o con unos tiempos de respuesta (como promedio) muy largos a la solicitud de de sus miembros no permite construir una experiencia satisfactoria de participación. Y por último, una comunidad donde las normas de comportamiento y publicación no estén explícitas (además de recordadas con cierta regularidad), así como tampoco cuál es el objetivo de la misma, da espacio a conflictos potenciales entre los participantes en la comunidad y entre estos y sus líderes, lo que con el tiempo provoca la disminución de la vitalidad de la comunidad.
Dos autores de lengua inglesa, Lazar y Preece (2003) proponen dos ejes a través de los cuales evaluar la posibilidad de éxito de una comunidad virtual. El primero es la sociabilidad. Se agrupan bajo este término el propósito de la comunidad, los diferentes roles de los participantes y las políticas establecidas. Para los autores, todos estos factores influyen en el modo en que los participantes se comportan. Las comunidades con una buena sociabilidad, dicen los autores, tienen políticas y normas de comportamiento que apoyan el cumplimiento del propósito de la comunidad. Son normas comprensibles, socialmente aceptables y practicables. El otro eje propuesto es la usabilidad, relacionada con la capa de la aplicación mediante la cual la interactúan los participantes. Debe ser consistente, controlable, predecible y de uso sencillo.
Con respecto a la sociabilidad, existe un estudio empírico (Hansen et al, 2007) que destaca la importancia de los moderadores y de los repositorios colectivos de saber como piezas clave para el éxito de las comunidades virtuales, especialmente aquellas cuyo propósito es el intercambio de información y de conocimientos. Una comunidad debe mantenerse en el tiempo y debe ser capaz de asimilar nuevos miembros. Los expertos deben ser retenidos, las conversaciones no deben disgregarse demasiado y deben ser compatibles con las normas de la comunidad. Como soluciones a estos desafíos los autores evalúan positivamente las wikis y las FAQs (Frecuent Asked Questions o Preguntas Frecuentes) en la moderación y en la buena calidad de las comunidades virtuales.
Según Giovan Francesco Lanzara y Michèle Morner (2003), hay que mirar la tecnología para comprender cómo ocurre la creación y diseminación de conocimiento al interior de las comunidades de SWLA. Para estos autores, las comunidades de SWLA deben ser entendidas como redes densas de agentes, prácticas, artefactos, instrumentos, problemas y soluciones que coexisten e interactúan en una ecología dinámica, en los que la tecnología juega un papel destacado: es ésta –más que las reglas formales– la que determina, en última instancia, las reglas y condiciones para la administración de los proyectos de SWLA y la que permite la creación y diseminación de conocimiento, constituyendo por lo tanto uno de los ejes principales para la comprensión de cómo ocurre la creación y apropiación colectiva de conocimiento.
A partir del próximo post nos dedicaremos a ver como se manifiestan estos indicadores en GUTL
Hamlet:
Sea cuál sea el resultado que arrojó tu indagación, el hecho de que le hayas dedicado tiempo y energías a nuestra comunidad, tuya también, es muestra de la existencia de la misma. Las dificultades, deficiencias, yerros y retrocesos son ciertos en todos los órganos sociales; muestra además de una condición básica para dejar una huella y resultar útiles: existir. De todos modos, tus conclusiones pueden orientarnos a mejorar nuestra marcha en las circunstancias -ásperas-, en que nos desenvolvemos; pero, ¿quién hoy día, en Cuba o fuera de ella, vive y crea en un remanso?
Recibe mi estímulo por el estudio, demuestra que caminamos, además de confirmar un aserto repetido en más de una tribuna: el SWL es una filosofía de vida no un conjunto de normas técnicas.
Bueno ahora mismo estamos por ver si de verdad la comunidad existe….esperemos a ver que sucede con lo del FLISOL…..
Promete ser interesante el tema, esperemos por el resto de los post.
Un comentario que puede parecer «off topic», pero no lo es. Intenté leer el artículo publicado en la revista Temas que mencionas pero, desafortunadamente, para acceder a lo publicado se requiere registrarse y pagar por la suscripción, lo que me ha dejado perplejo, ya que, según ellos mismos, Temas tiene «…el propósito de constituir un espacio para la reflexión crítica y el debate de ideas…» y además «…es una publicación no lucrativa.» ¿Alguien es capaz de entender esto?; creo que es otra de las peculiaridades de «nuestra sociedad de la información»…
Creo que el articulo que aparece en la Revista Temas esta publicado en el ultimo numero de la Revista SWL-X
Maikel, muchas gracias por la información, ya descargué el link que posteaste y estoy leyendo el artículo; en cualquier caso, me mantengo en lo dicho sobre la revista Temas y su política de distribución.