En respuesta al anuncio de Microsoft sobre la posibilidad de que los fabricantes de computadoras distribuyan máquinas con el logo de compatibilidad de windows 8, la FSF inició una campaña contra la implementación del denominado “Secure Boot”(Inicio Seguro). Si este sistema se implementa mal, en realidad debería denominarse “Restricted Boot” (Inicio Restringido) porque haría que las computadoras fueran incapaces de ejecutar otra cosa que no fuera Windows.
La tecnología en cuestión apunta a proteger a los usuarios contra diferentes tipos de malware, al evitar que sistemas no autorizados se instalen desde el inicio. Sin embargo, esta característica podría ser usada para evitar que los usuarios cambien el sistema operativo de la máquina o incluyan y ejecuten software libre en ellas.
La FSF está preocupada ante la posibilidad de que Microsoft, en acuerdo con los fabricantes de hardware que se plieguen a esta iniciativa, implementen estas tecnologías de modo tal que impidan a las computadoras iniciar con algo que no sea Windows.
“Estamos viendo un escenario en el cual un usuario promedio de computadoras se vea imposibilitado de instalar GNU/Linux en su nuevo equipo. Hay demasiado en juego para esperar que los fabricantes de computadoras hagan lo correcto. Inicio seguro puede muy fácilmente convertirse en un eufemismo para restricción y control por parte de los fabricantes de equipos y Microsoft. La seguridad y la libertad necesitan que los usuarios tengan el control de sus equipos” explicó John Sullivan, Director Ejecutivo de la FSF.
Para luchar contra esta posibilidad, la Free Software Foundation lanzó una campaña contra una implementación restrictiva de estas tecnologías. Más información y cómo adherir, disponibles en el sitio de la campaña.
tomado de: http://somoslibres.org