El siempre rumoreado desembarco masivo de Linux en el escritorio del
usuario final nunca se ha producido, y aunque la mayoría de los
analistas dudan que esto pueda ocurrir, otros se preguntan qué pasaría
en ese caso. ¿Y si todo el mundo usara Linux?
Las ventajas de Linux sobre otros sistemas operativos se han venido
demostrando claramente en los últimos tiempos en el terreno de los
servidores, pero los usuarios finales están demasiado acostumbrados a Windows
(o Mac OS X) y no es fácil que dichos usuarios migren a esa plataforma,
pero si lo hicieran de forma masiva nos encontraríamos con un panorama curioso:
1. Todo un golpe para el malware
Seguramente el efecto más importante de la adopción masiva de Linux
sería que la cultura actual basada en Windows desaparecería y sería
reemplazada por las distintas distribuciones Linux que existen en el
mercado, y que tendrían un efecto claro sobre la reducción del malware.
Hasta la fecha casi todos los esfuerzos de los desarrolladores de
malware se han centrado en Windows, por lo que asistiríamos a un
escenario en el que, al menos en principio, estaríamos mucho más libres de esa amenaza.
De hecho, controlar este apartado sería mucho más sencillo gracias a la
propia filosofía y arquitectura interna de Linux y su control de
privilegios.
2. La industria de la seguridad para PCs se difuminaría
Casi de forma paralela a esa desaparición del malware también habría otro efecto colateral, y es el de que los usuarios ya no necesitarían la avalancha de soluciones de seguridad
que hoy en día están disponibles en Windows: la eficiencia y seguridad
de los sistemas Linux se ha venido demostrando durante años, y la
presencia de virus y otras amenazas es mínima con respecto a la que
suele darse en sistemas Windows.
Además, existen soluciones Open Source de libre distribución (la mayoría gratuitas) que permiten aumentar el grado de protección de forma muy potente.
3. Adiós a los tiempos de no disponibilidad
Esta es una realidad que muchas empresas están confirmando en el
segmento de los servidores: la solidez de Linux en este terreno es
clara, y los servidores Linux tienen unos porcentajes de disponibilidad muy altos,
mientras que sus competidores se ven afectados por conflictos y
amenazas que causan diversos periodos de inaccesibilidad a los
servicios proporcionados por esas máquinas con otros sistemas
operativos.
4. Ahorro a nivel mundial
Las empresas y los usuarios también se beneficiarían del ahorro que
lograrían al contar con distribuciones y software FLOSS que se
distribuye de forma libre (y en muchos casos, gratuita) y que evita el pago de costosas licencias por el uso de un sistema operativo o una suite ofimática.
Eso no quiere decir que las desarrolladoras software no pudieran comercializar sus productos: Red Hat ha demostrado que sus planes de soporte y formación ofrecen un modelo de negocio envidiado en el segmento Open Source.
5. Mejor software
Además, si todo el mundo usara Linux, el software seguiría mejorando de forma dramática: más desarrolladores estarían motivados para escribir más aplicaciones y con mayor calidad.
El modelo Open Source en el que cada cual es libre de modificar el
código fuente, compartirlo y distribuirlo se beneficiaría de forma
dramática de ese aumento de usuarios y desarrolladores, que
contribuirían de forma masiva al desarrollo de nuevas aplicaciones.
Lo cierto es que todo parecen ventajas -salvo para las empresas con
software propietario, claro-, y aunque puede que no lleguemos a corto
plazo a una situación en la que Linux y el Software Libre y de Código
Abierto dominen el mercado, la popularidad de estas soluciones sigue creciendo, y eso es ya un importante primer paso para tratar de imponerse también en los escritorios de los usuarios finales.
Tomado de MuyComputer