FLISOL 2014: La odisea de encontrar un espacio

El Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre cayó en La Habana como un monolito extraterrestre cuya influencia podría estimular el surgimiento de una sociedad tecnológicamente más desarrollada, a partir de la creación y dominio de nuevas herramientas. ¿Seremos una de las comunidades beneficiadas del manejo de sus “dígitos oponibles”?

Texto, fotos y fotomontaje: Bárbara Maseda

Flisol-JT

A eso de las nueve de la mañana, hora de Cuba (entiéndase 9:20 a.m.) se abrió el portón de la casona de la Plaza Vieja que aloja al Planetario de La Habana para darle la bienvenida a un puñado de puntualitos que madrugamos el pasado sábado 26 de abril para no perdernos ni un instante del efímero Festival Latinoamericano de Instalación de Software Libre 2014 (FLISOL).

Como un eclipse, o cualquier otro fenómeno exótico infrecuente, el festival tiene una exigua duración de pocas horas, un único día al año (el cuarto sábado de abril, para ser exactos), y uno corre el riesgo de perdérselo en el más mínimo pestañeo (o en un re-make personal de “Gravity” en la travesía del P11).

La Habana es solo una de tantas ciudades latinoamericanas que amanecieron el sábado con el incentivo de –según reza el slogan del evento— seguir instalando libertad. De manera gratuita y legal, los asistentes pudieron acceder a distribuciones y programas de software libre, y presenciar charlas, ponencias y talleres sobre su uso, desarrollo y filosofía.

La cantidad de público presente en el momento de la apertura parecía poca para la promesa de algo “bueno, bonito y gratis”. ¿Acaso no es esa una combinación perfecta para formar una nutrida cola matutina en La Habana? Al parecer, no. Faltaba quizás lo de “necesario”, porque, hablando en plata, ¿de qué sirve esto del software libre?

Desde temprano comenzaron a llegar los interesados al Planetario de Habana Vieja, sede del FLISOL 2014 en esta ciudad.

Los organizadores nos dieron la bienvenida, nos invitaron a entrar y subimos en procesión la espiral que lleva al domo del edificio. Ahí –en la concavidad de la misma cúpula donde diariamente se recrea el movimiento de estrellas y planetas inalcanzables, a miles y miles de años luz de la vida terrenal del cubano— vimos proyectados videos y presentaciones sobre ese alienígena que todavía sigue siendo el software libre en este cosmos caribeño.

“¿Libre, para qué?” , cuestionaba uno de los primeros conferencistas, Jorge Batista, alias (pb), en el título de su ponencia. Su presentación, amasada a base de simpáticas analogías didácticas, dejó entrever otro propósito del evento: logar que la utilización del software libre trascienda el reducido círculo de programadores, informáticos, ingenieros, nerds y geeks para expandirse hasta el entendimiento de los usuarios comunes.

La naturaleza de estos programas, explicó Batista al público “muggle”, no es muy diferente del de una receta de cocina: el equivalente de los ingredientes en un software serían los datos, que son transformados en información mediante un procesamiento determinado (normas, estándares, recomendaciones), que se sirve con una presentación (interfaz) con la que interactuamos. Cuando se autoriza el uso libre de este “platillo”, cualquier cocinero tiene la posibilidad de modificar la receta, mejorarla, crear una nueva versión del producto y venderlo, si lo desea.


Huevo hervido vs. filet mignon?

Auxiliémonos de la analogía para entender la diferencia entre software libre y propietario. Digamos que un ejemplo del primero es el refresco “miKola”, inventado por Juanita, mi vecina, quien no pone reparos a la hora de divulgar la receta íntegra; mientras que el segundo pertenece a Coca Cola, con su mítica fórmula secreta.

Así, mientras que el producto de Coca Cola es controlado y celosamente distribuido por la trasnacional a la que pertenece, miKola puede ser consumido por cualquiera, puede añadírsele más o menos azúcar en dependencia de las necesidades energéticas de cada cual, puede distribuirse entre los vecinos, y puede ser mejorado con nuevos ingredientes o procesos, según se quiera.

Estos son, a grandes rasgos, ejemplos de las cuatro libertades de las que debe disfrutar el receptor de un programa para que se considere libre: (1) la libertad de ejecutarlo para cualquier fin; (2) de estudiar cómo funciona, y modificarlo para que haga lo que uno desee; (3) de distribuir copias con el objetivo de ayudar a los demás; y (4) de mejorar el programa y ponerlo a disposición de toda la comunidad.

En un balcón con vista a la Plaza Vieja se acomodaron las computadoras para copiar sistemas operativos, aplicaciones para
edición de imágenes, texto, sonido,
juegos de código abierto
.

¿Pero acaso la Coca Cola no sabe mejor que el ficticio refresco miKola? Probablemente sí… como mismo Photoshop de Adobe Inc., por poner un ejemplo, ofrece opciones no emuladas por ningún software homologo de código abierto. Sin embargo, además de los buenos libres que ya existen, estamos en un período de florecimiento de las comunidades de desarrolladores que podría conducir a un futuro de programas perfeccionados por centenares de colaboradores, y por lo tanto, de mejor calidad. Y lo que es más importante, emergen modelos de negocios que están demostrando la rentabilidad de este tipo de programas.

En Cuba la comunidad de colaboradores es escuálida. En video-mensajes proyectados al inicio del evento, tres expertos extranjeros enviaron sus saludos al evento de La Habana, y comentaron, entre otras cosas, que en el mundo es cada vez más común el concurso de mucha gente, no necesariamente programadores, para la creación de software libre. Se puede apoyar probando el programa, dando sugerencias de funcionalidades, detectando errores, traduciendo, etc., dijeron.

Los principales problemas que tenemos en el país, según dijo (pb) a Juventud Técnica, son la incomunicación, que frena el desarrollo de estas comunidades, y la baja percepción de utilidad (la gente está habituada a usar programas crackeados).

Pablo Mestre Drake, coordinador de la comunidad del Grupo de Usuarios de Tecnologías Libres (GUTL) y organizador de FLISOL en La Habana, dijo que este año varias instituciones se interesaron en apoyar el evento, como el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC), el Planetario y el Centro Nacional de Prevención de las ITS/VIH/SIDA. “No recibimos financiamiento propiamente dicho, pero nos apoyan con otros recursos o prestándonos sus instalaciones”, acotó.

Esta vez el festival también dispuso de mejor logística para una de sus actividades más atractivas: la copia e instalación de programas. En el balcón del piso superior, con una refrescante vista a la Plaza Vieja, se situó un grupo de computadoras desde donde se podía copiar los programas a una memoria o disco externos. Por primera vez en la historia del evento, quienes llevaron un dispositivo móvil o una laptop pudieron descargar, mediante conexión Wi-Fi, los programas de su interés directamente desde un ftp dispuesto para esos fines.

Las conferencias incluyeron temas diversos y prácticos: programas libres para la edición de imágenes (María Tatica Leandro); migración a software libre y servicios telemáticos (Pablo Soria Acosta); antivirus “auto-preparados” (M. Sc. Alberto García Fumero); el uso de WordPress en la web cubana (Juan Pablo Pérez Manes); cloud computing, IaaS en OpenStack (Yusdiel Rodriguez Amoros); una proyecto para el trabajo con repositorios basados en Debian (Ernesto Gil Aranguren); una propuesta de arquitectura del núcleo del entorno de escritorio de Nova Ligero (Alexis López Zubieta y Yaritza González Silva); y la meta-distribución de Linux Ganhab (Raúl Rodríguez).

Libre-programadores y activistas aprovecharon el festival para expandir los lazos de la comunidad local. De izquierda a derecha: Michel Piguet, CEO de Trialog AG; Jorge Batista, voluntario; Anthony Wasserman, del Centro para la Investigación de Código Abierto de la Universidad Carnegie Mellon en Silicon Valley, EE.UU.; Iván Gracia, inversionista en la OHC; y Pablo Mestre Drake del GUTL y organizador de FLISOL.

Encuentros cercanos (del mismo tipo)

Según la convocatoria, el próximo paso es promover la creación de una asociación nacional para la defensa del conocimiento libre en Cuba, que permita institucionalizar el esfuerzo voluntario de la comunidad nacional radicada en el GUTL. Esta asociación tendrá entre sus funciones indicar a los interesados a dónde dirigirse para obtener discos de instalación, documentación, asesoría y repositorios actualizados.

Así pues, quienes se perdieron el FLISOL 2014, o ni siquiera sabían que existía, todavía están a tiempo: no esperes a que todos los planetas se alineen en abril de 2015 para explorar esto de las tecnologías libres.

¿Y en tu localidad? ¿Qué pasó en el FLISOL de este año? Déjanos tus comentarios en la entrada de este artículo en nuestra página de Facebook.

Tomado de Revista Juventud Técnica

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elMor3no

Publicado por elMor3no

http://gutl.jovenclub.cu » Forma parte de GUTL desde el 6 diciembre, 2011. Usuario de GNU/Linux desde hace varios años. Coordinador Nacional de GUTL.

Este artículo tiene 19 comentarios

  1. Jejejeje, ño, tenía que haberme puesto más lindo pa ese día…mira que esa foto ha salido por to los laos, jejejejeje….pa linuXgirl yo soy el que está al lado de Pablito, jejejejeje….

  2. ¿Qué pasó en el FLISOL de este año en mi localidad? pos lo de costumbre… o sea NADA (lamentablemente)

  3. ¿Y qué pasó con «la odisea para encontrar un espacio»?; vale que el artículo está bueno, pero o el título no tiene nada que ver con el contenido o yo me he perdido algo…

    • pués sip….tremenda ODISEA….imagínate que el local se pudo conseguir solo una semana antes y creeme que ese título le pega un 100%, nada más había que estar un poco empapado en el tema pa saber lo que se pasó….si no pregúntale a Pablito que el te lo puede contar mejor…..

      • A ver, que enterado del asunto si que estoy, a lo que me refiero es a que cualquier otra persona que no esté en el ajo va a encontrar algo rarito el título, por decir poco, ya que la «odisea» no se menciona en el texto por ninguna parte.

        By the way, una pequeña corrección, lo de que «… Por primera vez en la historia del evento, quienes llevaron un dispositivo móvil o una laptop pudieron descargar, mediante conexión Wi-Fi…» no es exacto, pues en el FLISoL 2013 hubo al menos 1 router inalámbrico instalado.

      • Pa que recordar eso…y todavia dice @Charlie-Brown que el titulo no pega…este fue el FLISOL mas rapidamente preparado de la historia del FLISOL en Cuba…pero ganamos mucho a pesar d esto…se deshizo la PALACIO~DEPENDENCIA, el lugar estuvo comodo, climatizado, contamos con la presencia d personalidades extranjeras, NOVA dio la cara a la comunidad (o al menos un cachete), admins de desdelinux: Mr. ARENA y elav, y una vista estelar de las estrellas…ahhh y Añejo 7 años oscuro de calidad

        • A lo que me refiero es a que en el artículo no se mencionan siquiera todos los problemas que hubo que resolver para poder hacer el FLISoL este año, con lo que aquellos que no son de La Habana y no estuvieron al tanto del asunto, no van a entender el por qué del título. Cuando vi inicialmente el título del artículo, lo primero que pensé era que iban a contar toda la odisea vivida (que da para hacer no uno, si no una serie completa), pero cuando lo leí, me quedé esperando. Espero que ahora entiendan de una vez de qué va mi comentario.

          • El titulo se refiere a la falta de un espacio en nuestra sociedad y en nuestras instituciones para el software libre. La falta de reconocimiento y apoyo a proyectos como GUTL y el SWL en general… De eso va el titulo…

            Saludos

  4. Para mí el único problema es este

    «Proveer una personalidad jurídica que represente al grupo en eventos nacionales e internacionales. » esto es uno de los objetivos de GUTL que hasta que no se cumpla (y sé que es problema del estado no de la comunidad) GUTL no tendrán el respaldo oficial del estado para poder entrar dentro de las organizaciones que «logran» alquilar casi cualquier local para realizar eventos sin muchas trabajas ni problemas.

  5. Sin duda alguna, cada Flisol supera los anteriores… Saludos para el equipo de GUTL y esperemos que en proximos Festivales pueda sumarme a las conferencias… saludos

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