Ayer, mientras buscaba las últimas novedades relacionadas con las tecnologías libres en el mundo, me llamó la atención que Google ubicaba entre las primeras fuentes un artículo publicado en un sitio nacional. Me refiero a una entrevista realizada por Radio Rebelde a Carlos Anasagasti, Jefe del Centro de Automatización para la Dirección de Aduana (perteneciente a la Aduana General de la República). Muchos sabemos que esta institución es de las pioneras en la experiencia del proceso de migración a software libre, pero no todos conocen algunos detalles que han posibilitado el éxito de esta tarea. Por la importancia del contenido de la entrevista para la Comunidad cubana de Sotware Libre, a continuación les cito la referida entrevista publicada por Livhy Barceló Vázquez bajo el título “Software libre: experiencia positiva en la Aduana“
La Aduana General de la República es una de las instituciones pioneras en Cuba vinculadas al tema de la migración a software libre.
Carlos Anasagasti, Jefe del Centro de Automatización para la Dirección de Aduana, comenta los aciertos y desaciertos durante el proceso de migración, hacia plataformas de código abierto, que propicien una mayor soberanía tecnológica. Hoy el 96 por ciento de sus servicios están sustentados sobre software libre.
¿Cuándo deciden comenzar el proceso de migración?
En el año 1996 los aduaneros con perfil informático comenzaron a estudiar el GNU/Linux, por ser un sistema operativo similar a UNIX (de origen norteamericano), el cual utilizábamos en aquel momento. Conocimos las características de ese sistema operativo, que se ajustaba a las condiciones de Cuba, por ser un país con pocos recursos económicos y con un alto potencial intelectual. También nos brinda la posibilidad de revisar el interior del software, o sea el código fuente.
Cuba pertenece a la Organización Mundial de Aduanas, la cual promueve el respeto a la propiedad intelectual, eso significa que no debemos utilizar software privativo, sin pago de licencias, aunque nos asisten razones producto del bloqueo norteamericano impuesto a Cuba. A partir del 1999 se inició el proceso de migración del sistema informático aduanero de manera ininterrumpida.
¿Cuáles son las principales dificultades que se encontraron en el proceso de migración?
Lo primero, el usuario no quería cambiar y tampoco existía el soporte técnico necesario para enfrentar el proyecto. Hemos logrado migrar al 96 por ciento, pero aún nos quedan algunas aplicaciones en software propietario. En ocasiones no encontrábamos los drivers para entendernos con la balanza, lectores de pasaporte, scanner de código de barra, monitores touch screen. Decidimos virtualizar las máquinas; utilizamos un equipo con GNU/Linux y sobre el creamos máquinas virtuales que se acceden por la red. Los usuarios trabajan sobre GNU/Linux y se auxilian de otro software para dar soluciones inmediatas a los problemas.
¿Qué estrategia siguieron para superar los contratiempos en aras de lograr el objetivo final?
Migramos los servidores y todos los servicios que están montados sobre ellos. Posteriormente trazamos una estrategia de cara al usuario final, quienes son los más resistentes al cambio, y además producimos aplicaciones con herramientas de código abierto y convertimos las de software propietario.
Los informáticos de la Aduana recibieron pequeños cursos de adiestramiento para después incorporarse al proceso de transformación. Seleccionamos una máquina de cada tipo y probamos hasta determinar que versión de GNU/Linux se instalaría en cada una. Todas tenían la misma ofimática, el mismo navegador y gestor de correo, aunque los ambientes gráficos eran diferentes.
A las máquinas que no migraron se les instaló la ofimática, el navegador y gestor de correo de software libre. Tener una máquina con dos sistemas operativos nos trajo problemas, pues las personas siempre retornaban al sistema que conocían. Organizamos cursos de capacitación de una semana y de quince días. Algunas personas aprendían las diferencias entre sistemas, y otros un poco más, de acuerdo a las necesidades de cada cual. Luego de adiestrar al personal migramos las máquinas.
¿Qué recomienda a quienes están inmersos en el proceso y a los que aún no se han decidido?
Debemos involucrar el talento que existe en las universidades en proyectos internacionales de software libre, entre ellos Ubuntu, Libre Office, de fácil acceso para todos. De esa forma nos vamos apropiando del conocimiento y perfeccionando nuestro trabajo.
GNU/Linux no significa independencia tecnológica. Si descargamos ese sistema de la red, listo para instalarlo y usarlo, hacemos lo mismo que con Windows, no lo pagamos pero no tenemos ninguna soberanía tecnológica. Debemos revisar su código fuente y decidir la compilación de ese GNU/Linux para Cuba. Al que le den la tarea titánica de organizar el soporte tecnológico tendrá que estandarizar las aplicaciones de software libre, de lo contrario será muy difícil.
¿Qué beneficios considera que la migración ha traído a la institución?
Logramos eliminar la problemática de los virus. En GNU/Linux existen virus, de hecho tenemos versiones de Kaspersky Anti-Virus para GNU/Linux, pero la amenaza es inferior y menos dañina. También solucionamos los problemas de seguridad y reutilización de los equipos. Ninguna computadora es obsoleta, solo cambia de funcionalidad, pasa de ser una PC de escritorio a un dispositivo de seguridad como pueden ser: paredes corta fuego, enrutadores, puertas de enlace, sistema de vigilancia contra intrusos, entre otras aplicaciones de menos requisitos de hardware.
Nosotros podemos comprar equipos a la compañía Cisco Systems (norteamericana), los más modernos del mundo en temas de seguridad, pero eso implica que estemos a expensa de las puertas traseras que dejan los fabricantes. Utilizamos los equipos pero siempre ponemos nuestra protección configuradas por técnicos cubanos. Esto permite abaratar el costo de la seguridad porque se reutilizan los equipos.
¿Cuba cuenta con condiciones necesarias para realizar una migración a nivel de país?
Existen organismos con óptimas condiciones para migrar hacia plataformas de código abierto. Los directivos de informática deberán evaluar las reales potencialidades de la entidad y capacidad organizativa. Existe una idea errónea de que todas las personas deben pasar un curso, en realidad debemos enseñar solo lo necesario, o sea las diferencias. Si el trabajador tiene otras inquietudes gestionará su conocimiento.
Cada institución deberá crear su equipo de soporte tecnológico, que buscará un primer nivel de solución a cada problema y un grupo a nivel de país que se encargue de los de mayor envergadura. Los directivos son los primeros que tienen que estar conscientes de la importancia de la migración, para que los trabajadores se sientan comprometidos con el proceso.
fuente: http://www.radiorebelde.cu