El vino de plátano no siempre es amargo

El refrán de que nadie es profeta en su tierra ha devido en el tiempo casi verdad indiscutida; sin embargo, alentar la creación justipreciando el talento entre comunes puede al menos -y en alguna medida-, conjurar el desdén con que se mira y evalúa lo creado por nuestros compatriotas. Seguir leyendo...