¿Computación en la nube… o en negros nubarrones?

La frase “computación en la nube” se lee cada día con más frecuencia, no solo en publicaciones especializadas dedicadas a la informática, sino que también aparece en periódicos y revistas, estando presente  además en programas de radio y TV, así como por supuesto en la Internet.

¿Pero cómo se define este término?

La computación en nube es un sistema informático basado en el uso de la Internet mediante  centros de datos remotos para gestionar servicios de información y aplicaciones o sea programas (software), así como almacenar remotamente datos.

La computación en la nube permite que los individuos y las empresas gestionen archivos y utilicen aplicaciones sin necesidad de que sean  instaladas en los discos duros de cualquier computadora con acceso a Internet.

Esta tecnología ofrece, en teoría, un uso mucho más eficiente de los recursos tales como almacenamiento, memoria, procesamiento y empleo del ancho de banda, al proveer solamente los recursos necesarios para operar en cada momento.

La “nube” a la que se hace referencia no es objeto de estudio por parte de los meteorólogos, se trata de una “imagen simbólica”, una metáfora para referirse a la Internet.

Computación en la nube significa, por lo tanto  mover datos en una y otra dirección desde servidores de ficheros ubicados en direcciones  IP de la red de redes que se puedan accesar con alta confiabilidad y velocidad suficiente de transferencia de datos.

Al utilizar esta opción, la información queda almacenada en un sitio remoto, lo que obliga a conectarse al mismo cada vez que se necesite usar esos datos guardados en “la nube”. Sin conexión simplemente no se puede trabajar con esa modalidad.

La velocidad de operación del sistema de comunicación determina entonces el régimen de transferencia de datos hacia y desde el servidor remoto utilizado por esta tecnología.  Aquí interviene una vez más la disponibilidad de ancho de banda, como es de suponer.

No cabe la menor duda acerca de la peligrosidad que implica emplear este sistema, pues en primer término los datos almacenados están doblemente expuestos a toda una serie de acciones maliciosas, que van desde el robo de información hasta la introducción de programas malignos para monitorear el funcionamiento de las computadoras.

Información importante que hay que conocer acerca de los peligros “en la nube”

Para muchos usuarios de los sistemas de computación todavía es un secreto la existencia de muchos programas de computación malignos, como por ejemplo los conocidos como registradores de impulsos de teclado… llamados en inglés “Keyboard Loggers”, cuyo objetivo es ir registrando golpe por golpe cuando y como cada tecla es oprimida, guardando esa información en un fichero de datos abierto en secreto en la propia máquina, y posteriormente enviando a una dirección de correo electrónico todos esos datos para ser utilizados por los cibercriminales.

En otra variante, el programa maligno guarda los datos en un fichero al cual se accede remotamente sin que el propietario de la computadora se percate de que la información está en camino hacia el ciberespacio.

Con estos registradores de impulsos de teclados asociados a programas de almacenaje y comunicación, se han obtenido fraudulentamente millones de dólares a través de la manipulación criminal de contraseñas de acceso a cuentas bancarias, logrando estos resultados, sin que se emplee el llamado “almacenaje en la nube”.

Es de suponer que el uso “de la nube” hace todavía más vulnerable a la información que viaja hacia y desde los servidores de fichero remotos incluso cuando se emplean técnicas avanzadas de codificación.

Quién guarda los datos en la nube se puede apropiar de ellos en un instante… al igual que lo puede hacer cualquiera que por técnicas bien conocidas logre penetrar esos sistemas,  a lo que cabe añadir la posibilidad real de un colapso de los servidores, el cual dejaría al usuario remoto ante una desastrosa realidad, si no ha hecho respaldos locales en medios seguros de toda la información, o ha implementado un sistema inteligente de dispersión de la información para posibilitar la recuperación.

Ahora un ejemplo práctico…

Un ejemplo sencillo de computación en nube es el sistema de documentos y aplicaciones electrónicas  conocido como Google Docs / Google Apps. Para utilizarlo no hace falta instalar software o disponer de un servidor, basta con una conexión a Internet suficientemente rápida y confiable para poder utilizar cualquiera de sus servicios.

El servidor y el software de gestión se encuentran en la nube (Internet) y  por supuesto, en total control por parte de Google y de todas las agencias de espionaje del gobierno de Estados Unidos a las que Google, al igual que otros proveedores, está obligado a entregar copias de todo lo almacenado.

Todos los datos  son directamente gestionados por el proveedor de servicios, en este caso Google. De esta manera, es mucho más simple para el consumidor disfrutar de los beneficios asociados a la computación en la nube, claro está con todos los riesgos antes señalados.

Es decir que: la tecnología de la información se convierte  así en una de servicio, que se consume de la misma manera que consumimos la electricidad o el agua en nuestros hogares.

Claro está que las más recientes revelaciones sobre la existencia de complejos programas de espionaje electrónico totalizador como el llamado PRISM, de la National Security Agency; NSA, de Estados Unidos, ha puesto a temblar a los directivos de un gran número de entidades como gobiernos y empresas, así como a usuarios individuales.

Lo dado a conocer por el experto en informática Edward Snowden confirmó, y con lujo de detalles, como PRISM husmea en el tráfico de las redes informáticas, realizando entre otras funciones análisis automatizados de las conexiones, así como apuntar, muy en especial, a todo el movimiento de información hacia y desde “la nube”.

De la nube en Internet a nubecitas locales un paso con cierta lógica

Pero no todo se ha perdido, muchos administradores de redes informáticas de mediano y gran tamaño, están sacando provecho de la tecnología objeto de este artículo, dando lugar  a una frase simpática que escuché hace unos días y que comparto con los lectores…

“Computación en la nubecita” o sea, aplicando el uso de servidores en la propia red, sin salir para nada a navegar por la Internet.

Dando un buen respaldo a dichos servidores, dotándolos de la protección de datos por medio de la redundancia, y aplicando las técnicas “de espejo”, no cabe duda que “la nubecita” puede ser muy beneficiosa para simplificar el trabajo y jugar un papel parecido al que desempeñan hoy en día los llamados “clientes ligeros”.

Para los usuarios incautos que siguen utilizando “la computación en la nube” sin implementar una larga y compleja lista de medidas de protección, la nube supuestamente blanca y casi transparente se puede convertir en un cumulus nimbus, un negro nubarrón de tormenta capaz de hacer colapsar todos los servicios, así como facilitar el robo de datos vitales para la entidad.

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Publicado por Prof. Arnaldo Coro Antich

Forma parte de GUTL desde el 8 agosto, 2013.

Este artículo tiene 18 comentarios

  1. Como siempre, Prof. Coro, sus artículos de calidad que son altamente gratos a los ojos y neuronas nuestras…
    Un pequeño aparte: tuvieron la oportunidad de ver la mesa redonda a ayer? Quería escribir un artículo, pero en mis experimentos geniales fastidié mi sistema de archivos y no tenía la laptop en casa. Hoy dan la 2da parte… creo que el hipo no se me va a quitar en 2 meses… de reirme…

  2. Muchas gracias, profe, su artículo de hoy es una clase de altos quilates. Nos enorgullece contar con usted en GUTL y le damos la bienvenida. 😀

    Esta tecnología de la cual usted hace referencia está cada vez más extendida en el mundo, incluso ya se están fabricando computadoras que ni siquiera traen discos duros para el almacenamiento de la información porque todo va a parar a la nube. Ciertamente es muy peligrosa pues los datos están más que expuestos por más que se encripten, no los salva ni el médico chino de los cibercriminales. En algunas instituciones cubanas ya se han estado dado pasos en eso que usted llama la «nubecita» cuando se aplica en lo que llamamos los «repositorios», que los hay de varios tipos (no estoy hablando de los repositorios de las distribuciones de Linux o BSD), sino de repositorios donde solo usuarios exclusivos tienen la posibilidad de guardar determinada información para ser recuperada más adelante. Yo misma soy administradora de un repositorio institucional y veo la importancia de dicha tecnología dentro de nuestra «nubecita».

    • Con la disminución del costo de las memorias de estado sólido destinadas a sustituir a los discos duros en las máquinas portátiles, la ¨nube¨ se hizo para los usuarios con gran ancho de banda disponible algo imprescindible.
      Un ¨disco sólido¨ como a veces les llaman , hasta ahora no alcanza la capacidad de almacenaje de los clásicos discos IDE y SATA, asi como los
      ¨clasicos¨ SCSI .
      Es por eso que a pesar de los altos riesgos que se corren al depender de la nube para lanzar las aplicaciones y almacenar la información, los que poseen ese tipo de computadora portátil se ven prácticamente obligados
      a ir a la ¨ NUBE¨.
      En el caso de nuestras condiciones muy particulares, teniendo en cuenta los problemas de alimentación eléctrica inestable y con transientes, altas temperaturas en los locales donde están los equipos de cómputo y el natural desgaste de nuestros ¨cacharritos¨, la opción ¨NUBECITA BIEN ADMINISTRADA Y PROTEGIDA¨, me parece una buena variante, siempre y cuando todo el tráfico tenga lugar en UNA RED LOCAL , para evitar la posible intercepción del tráfico.
      Además ¨ LA NUBECITA¨ cumple con un principio de la preservación digital , consistente en dispersar los datos en varios dispositivos de almacenamiento , y siempre que sea factible , localizados en lugares
      diferentes…

      • Excelente artículo Profesor Coro. Por cierto, no sé si usted tenga conocimiento de la existencia de la Revista SWL-X… Me permite incluir este artículo suyo en el próximo número de dicha revista??????

        Saludos y bienvenido al equipo de redacción, aunque más que bienvenido, dichosos nosotros de contar con usted 🙂

  3. por favor no echar mas leña al fuego, si antes de la nube, ya daba miedo el internet, ahora con la Cloud Computing, y estas verdades, se va a convertir en verdadera zona vedada.

    • Ni que nuestros articulos fueran a definir esto…. 10 años luchando por SWL y no hemos migrados.. Así que no nos culpes a nosotros por eso….

  4. Colegas:

    Las tecnología vale él o los hombres que las usan o para que se usa. Desde siempre ha sido así y por largo tiempo seguirá siéndolo, vergi gratia: la pólvora, la energía nuclear, la nanotecnología, todo se ha analizado y/o empleado para fines militares, de beneficio individual y sectorial o destructivo. Será preciso entonces «nadar y saber guardar la ropa» para no pecar de la enfermedad infantil del izquierdismo; por ejemplo: «No uso computadoras porque son resultado de un sistema capitalista que explota y enajena al ser humano» o la expresión «orweliana» de que es preciso controlar el uso de Internet proque es un invento del capitalismo y los grandes grupos de poder para adueñarse del mundo», aunque en verdad, ese sea su objetivo.

    El estudio, la toma de decisiones inteligentes, la potenciación del software y el hardware libre, la creación constante de contenidos autóctonos, la interconexión de nuestras redes, las buenas prácticas en torno a la seguridad informática harán viable la creación de «nubes nacionales» hasta tanto (si algún día es posible), podamos usar los recursos planetarios si temor a ser víctimas de la codicia o la destemplanza de nuestroas congéneres.

    Con toda consideración,

    • 5+
      Creo que hay mayor probabilidad que te mate un carro a que tus datos sean robados y no por eso dejamos de salir a la calle , cada cosa lleva su nivel de seguridad, proporcionalidad. Aunque he visto Kaspersky server en estaciones de trabajo en Linux y deshabilitar los puertos USB para que no entren virus tenía razón Maximo Gomez (“El cubano cuando no llega se pasa”), así que no me extraña que la paranoilla impida ver las ventajas de esta tecnología.

    • No es por ser mala leche, pero podeís ponerlo acá, muchos de los que visitan esta página no tienen internet. Asumo también por su opinión, que Ud no es cubano, quizás por eso halle el artículo un poco fuera de contexto.
      Mi opinión personal: estamos en el p*** siglo XXI, los conceptos de privacidad y seguridad se van al mismísimo demonio, ahora digo? Y qué? Es el mundo que nos tocó vivir y me alegro de ellos. Que el cloud-computing es un avance, pues hombre claro! Ah, por cierto, @David Gómez: artículo terrorista? Ya jode…

    • Interesante tu comentario, pero sigo creyendo que el cloud computing En entornos empresariales locales esta bien pero ya poner toda o parte de nuestra información en la nube es como regalarla en bandeja de plata.

      La tecnología esta muy bien pensada y yo la aplaudo. Pero para como corren estos tiempos, no me fio ni del gato de la vecina…

      Saludos

    • No es por ser spammer, pero el cloud computing no es beneficioso para todos. En el caso de tener un ancho de banda limitado o muy caro en el lugar en donde uno vive, apenas se puede subir documentos de texto, y por ende, no es conveniente el uso de discos duros virtuales y hacer servidores con intranets bien implementadas (o «nubecitas» como así lo llaman) para poder así cuidar de los datos.

      En cuanto al buen uso del cloud computing también se encuentra el sistema GIT, que realmente debería investigarse para qué otros usos se le pueden dar además de sincronizar códigos fuente de gran tamaño (además que se tiene un mejor control de la privacidad y es una solución igual de tangible como lo es el sistema del bittorrent).

  5. En mi modesta opinión, el peligro del que habla el Profe es mayormente para las grandes empresas e instituciones donde la seguridad de sus datos (casi siempre importantísimos) se ve mucho más comprometida si estos se encuentran en la «nube». Es obvio que no habría casi ningún peligro para los datos de un usuario simple si estos no pasan de ser nimiedades, ¿a quién puede importarle, por ejemplo, si tiene un lista de música de reggeaton, dos carticas a la novia y un trabajo de clase copiado de Google íntegramente? 😯

    • Exacto, hay una frase por ahi que dice… lo que no quieres que todos vean, no lo pongas en INTERNET… para el usuario promedio esto no es un problema… includo habia una pequena nuve en la uclv (cerca de 500 mb / usuario).. Pero eso se vino abajo con la velocidad de la luz… 🙁

    • Analizado así pues si el mayor peligro se lo llevan las empresas e instituciones. Pero el usuario promedio que navega en internet sin malicia (mas el cubano que por falta de costumbre lo ve como un juguetico nuevo) pone ahí de TODO y al final vienen los arrepentimientos cuando vemos nuestra foto colgada en algún blog usada como meme….

      Una recomendación, sin paranoia vean la Persona de Interes

  6. Bueno he tenido la posibilidad de usar la nube, y como dice @linuxgirl, todo depende de lo que el usuario suba, ahí está la tecnología, ya es problema del usuario como la usa, yo en lo personal tenía unos documentos y manuales de Hughes, algún que otro video y fotos ( muy decentes jaja) y créanme que satisfactorio era llegar a una casa y en vez de decir » o se me olvido copiártelos», acceder desde mi smartphone al servicio y tenerlos online para revisarlos o share cuando yo quisiera, con quien yo quisiera.

    Defiendo la tecnología por su facilidad para ciertas operaciones, pero también soy de los que no se me ocurriría tener datos importantes en ningún otro lugar que no sean mis dispositivos de almacenamientos, al alcanza de mi mano por si tengo que salir corriendo jaja 😉

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