Después de conocer en la lista del GUTL que AntiX 15 con kernel 4.0.5 y IceWM como entorno de escritorio funcionaba también con el repo de Debian 8, me decidí a descargarlo y después de cuatro o cinco días, el apetecido sistema fue en mis manos; sin embargo, algunas limitaciones (carencias mías por supuesto, no para alguien con más pericia o conocimiento) me obligaron abandonar tal distro que es pariente cercana de Mepis.
El problema estaba en que, a pesar de contar con el repositorio de 32 bits para Jessie, no tenía a la mano ningún .iso que me proporcionara el flamante y nuevo sistema operativo que se proclama universal y el hecho de esperar una semana más -mientras descargaba un CD desde Debian.org-, no me apetecía para nada.
Desandando por el «mar» encontré entonces un artículo titulado: ¿Cómo actualizar tu distro Linux a la última versión estable?, escrito justamente para distribuciones basadas en Debian e ipso facto decidí probar el muy sencillo tutorial que ahora comparto con ustedes.
Después de instalar HandyLinux para Debian 7; por cierto, esta distribución francesa que usa Xfce es, por su excelente factura, usabilidad y estabilidad una de las mejores que he empleado, corrí en consola: sudo update-manager –devel-release y de inmediato se me ejecutó el «update-manager» que viene por defecto en HandyLinux; pero, como el sources.list estaba apuntando al repo de Debian 7 me devolvió el mensaje de que el sistema estaba actualidado.
Después de percatarme de tal circunstancia, modifiqué el sources.list, lo apunté al repo de Jessie y luego de correr en consola el comando predicho, el mencionado «update-manager» señaló que había más de 200 actualizaciones disponibles y lo más importante, preguntó si quería emplear un método seguro que no instalaba ni borraba ningún paquete; lógico, opté por esta variante y esperé que terminara el proceso. Luego de unos quince o veinte minutos porque realizó 20 intentos infructuosos para conectarse a un sitio en internet para descargar o confirmar algo, el sistema quedó actualizado y envió el mensaje de que era preciso reinicar el sistema para que los cambios tuvieran efecto. Con la natural ansiedad y expectativa ante lo nuevo teclee en consola sudo reboot y el primer asombro llegó ante lo rápido que cargó el sistema.
Luego de autenticarme ejecuté en consola sudo uname -a y pude ver con tristeza que todavía estaba usando el kernell 3.6.2 que es el empleado en Wheezy; sin embargo, no me amilané, ejecuté el querido «synaptic» y luego de decirle que marcara las actualizaciones me señaló que había más de 900 nuevos paquetes. Ni corto ni perezoso procedí a instalar las actualizaciones y después de un tiempo prudencial y aceptar el cambio propuesto para el slim (es el modo de autenticación de Handylinux), mi sistema quedó actualizado a Debian 8.
Lo que vendría después fue a gusto del consumidor; o sea, instalar aplicaciones preferidas, retirar las que no interesan, etc. He podido percibir que el home ya no tiene el nombre del usuario; sino, «Carpeta personal», la selección de cursores mediante «lxappearance» no funciona correctamente, mientras el comando «halt» no apaga la máquina (produce solo un congelamiento); a pesar de ello y como tales cosas no son fundamentales ni comprometen usabilidad o estabilidad, he seguido usando Debian, ahora en su versión 8, sin contratiempo alguno. Estoy seguro que nuevas actualizaciones irán mejorando la robustez de un sistema operativo emblemático.
Queda comprobado entonces, que es factible migrar a la versión 8 sin contratiempos con SystemD -por posibles dependencias incumplidas- de por medio. Algo que pudiera preocupar a algunos usuarios , ya no tendrán que hacerlo.
Me alegro @Delio que le funcionase, es una buena alternativa para muchos.
Saludos.
Percaff_TI99:
Ahora que comentas lo de SystemD agrego algo más. La actualización a Debian 8 me dejó el splah de HandyLinux Debian 7 pero con solo dos entradas:
1.-La de acceso al sistema.
2.-Utilidades de inicio.
Siempre había empleado la primera y me percataba de que iniciaba por SystemD; pues, no me mostraba nada y de inmediato caía en la pantalla de autentificación; pero como la curiosidad me picaba, decidí ver que era lo que había en «Utilidades de Inicio» y cual no sería mi sorpresa al ver que estaban las tradicionales entradas de «vinit»… y funcionaban. O sea, inicié escogiendo esa opción y en la tradicional pantalla negra me mostró la carga del sistema hasta caer al login y entrar al sistema empleando el tradicional sistema.
La próxima entrada al sistema fue por SystemD y todo funcionó sin problema alguno.
Desde que actualicé a Debian Jessie, las cosas han mejorado (libc a la versión más reciente y adelantada a las demás distros, inclusión de Steam y otros aplicativos adicionales, mejoras en el OpenGL…). Gracias.