Mientras los artículos y datos sobre Windows 7 van ocupando espacio en los medios de
comunicación, hay que rebuscar para conocer las pequeñas pero
significativas victorias que van sumando las distintas encarnaciones de Linux.
La más reciente, el éxito en el paso de la Bolsa de Londres a un
sistema operativo abierto, llamado Millenium IT.
Además de ahorrarse una cantidad
estimada en 10 millones de libras anuales a partir de 2011, la Bolsa
londinense es la propietaria del software, que ha sido desarrollado
específicamente para sus necesidades.
IBM, por su parte, ha subrayado su
alianza con GNU/Linux
en los últimos días al presentar un sistema operativo específico para
netbooks basado en software libre, y que se incorporará gratuitamente en
sus ordenadores pequeños de bajo coste.
Recordemos, por otra parte, que el
sistema operativo online Chrome de Google, previsto para el próximo año,
estará presente en las máquinas del fabricante chino Lenovo a partir de
este mismo mes. Y EyeOS, el exitoso entorno creado en España, también
tendrá su versión 2.0 el próximo 1 de enero. Ambos son igualmente
gratuitos.
Con todo, en España sigue siendo
relativamente complicado para una empresa instalarse un sistema
operativo distinto a Windows. No es fácil encontrar proveedores de
garantías, y en buena parte se termina por depender de algún amigo
«enterado» para cuestiones que, en rigor, parecen requerir de mayor
seriedad. Si alguien sabe de una compañía grande y fiable que instale en
empresas Linux
y diseñe programas ad hoc -que seguro que las hay, pero yo no las
conozco, lo que no es buena señal-, que no dude en escribir al respecto
en los comentarios.
Personalmente, como ya escribí aquí hace
algunos meses, he pasado a depender en mi casa de una de las
distribuciones más populares y sencillas de Linux,
Ubuntu. Desde entonces, el ordenador no me ha dado el menor problema, y
realiza las sencillas tareas hogareñas que le pido -navegación,
ofimática, edición de textos- sin complicación alguna. Eso sí, parte de
los periféricos -a pesar de los amables comentarios que coseché la
última vez- siguen estando en varios casos ligados a un viejo portátil
con Windows.
Quizá la mejor consecuencia de todo
esto, así como del crecimiento de Apple en territorios como el de los
reproductores de MP3, no sea la derrota de Microsoft, sino su despertar.
Lo hemos visto ya en el terreno de los videojuegos: tras años mordiendo
el polvo, han sido capaces de colocar en una buena posición a la Xbox
360, y ha sido la empresa hegemónica hace un lustro, Sony, la que ha
patinado hasta los últimos meses.
El fracaso de Windows Vista y la
ridiculez de los Explorer previos al 8 es la prueba de los males de la
hegemonía absoluta por parte de una multinacional. Productos perezosos,
lanzados a bombo y platillo por una empresa en la cúspide de su dominio,
sin un mínimo de autocrítica y sin contar con sus propios
consumidores.
Parte de ellos nos hemos rebelado, y
Microsoft parece reaccionar con un Windows 7 que todos los analistas
coinciden en vaticinar como superior, menos exigente y más flexible. Es
decir, Microsoft se ha visto obligada a competir y va a hacerlo. Algo
que sólo puede transformarse en mejores sistemas, más calidad para el
usuario final, y más opciones.
Aunque, por mi parte, no creo que
retroceda tras conocer los placeres del software libre.
P.D. Por cierto que hoy se está produciendo un interesante movimiento en
la blogosfera en contra del recorte presupuestario a la inversión en
ciencia para los próximos presupuestos del Estado. Puede verse una lista
de los blogs asociados aquí.
¿Mi opinión sobre el tema? Bien, sólo es otra medida más del Gobierno
Enmascarado: el que intenta cada día disfrazar con sus buenas palabras
su absoluta carencia de buenas acciones.
El mismo que anuncia a bombo y platillo que vendrá el coche eléctrico
pero abarata la compra de vehículos contaminantes; el que se declara
partidario de reactivar el consumo pero hace crecer los impuestos
indirectos que pagamos todos los consumidores; el que hace aspavientos
por las remuneraciones de los banqueros pero les ofreció miles de
millones de euros sin pedir ninguna garantía sobre su uso. Etcétera.
Declarar abierta oficialmente la nueva economía y bla, bla, y
seguidamente recortar los fondos con los que cimentarla supone una
sucinta explicación de por qué el partido enfangado por el caso Gürtel
va en cabeza en las encuestas electorales.
Fuente: «http://linux.jovenclub.cu»